Entre gritos mudos, llantos silenciosos, alaridos callados, sólo una realidad, en la soledad más extrema yace un corazón marchitado, maltratado por el paso de amores imposibles, malherido por besos y caricias falsas, qué rasgaban poco a poco cómo puñales oxidados, desangrado por falsos te amó y te quieros y por último olvidado por la persona que más ha amado.