Sale el sol por el levante, y una luz destellante entra por mi ventana, significa que es la hora de levantarse. Una vez en pie, los segundos pasan lentos y los años rápidos, las penas se hacen eternas y a las alegrías se vuelven efímeras, son estas mañanas de verano las que me inspiran, pues mas tarde que temprano, todo lo que hoy veo negro a mi corta edad se tornara a un blanco reluciente. En las noches hice mi refugio, y entre el silencio de las calles y la inmensidad del universo mis secretos y tristezas se disipaden, pues son ellos, esos luceros los que me guían y me cuidan. Un día como otro cualquiera todo se tornara gris, no sabrás ni que decir, ni que hacer, cerraras los ojos deseando no estar allí, lucharas por salir y no podrás nadie escapa a su final, las palabras que dijiste serán eternas, el firmamento escucho tu llanto y tus pensar, y las que escribiste de ellas nada sabrás a lo mejor en su momento fueron leídas y ahora son olvidadas.
La luz se llevo a un grande, el grande dejo sus letras, sus letras dejo el sentido y el amor.