Esas palabras...

En la soledad de tu habitación, en la soledad de tu pensamiento y en la soledad de tu tristeza es cuando te acuerdas, de las palabras que te dijo esa persona a la que querías, y por desgracia el destino se ha llevado. Esas palabras que no se las podrá llevar nunca el viento, esos consejos de una persona sabía, que solo quería verte feliz, esas palabras que te dijo una vez y te han servido para siempre o las que siempre te repetía. Son esas palabras, que cada vez que las recuerdas te hacen sacar fuerzas de flaqueza para ser fuerte. Esas palabras eran, son, serán parte de tu vida, pues no hay que menospreciar la fuerza de las palabras y menos la fuerza de un sentimiento, pues rompen cualquier barrera.

Da las gracias en cada amanecer, por dar luz a un mundo, sumido en una eterna oscuridad, que sale adelante, por las personas que sacan fuerzas recordando esas palabras.